Artista y… ¡¿cristiano?!
La actividad a la que te dedicas, tu profesión, tus talentos y ganas, incluso los sueños que hay en tu corazón, pueden ser lo que Dios use para mostrar su poder. Pero para eso, primero debes animarte a
dejarlo todo en sus manos…
‘Desde el día que le entregué mis pinceles y mi arte al Señor, comencé a vivir una aventura que todos los días me presenta nuevos y hermosos desafíos. No temas, ¡Dios está contigo haciendo maravillas!’.
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