Nuestro ayo
¿Cuántos mandamientos de Dios puedes quebrar y todavía salvarte? Es una pregunta equivocada. Hermano Mouton pide que tomemos una perspectiva nueva sobre la enseñanza de ser de la familia de Dios. Enfoca el carácter de Dios en vez de cuán bueno puede hacerse un ser humano. Levanta la vista del lector desde un evangelio de «esfuérzate más, mejórate ya» a un evangelio que da libertad para disfrutar al Padre celestial, un evangelio que motiva a las personas a querer que sus corazones reflejen el corazón de Dios. ¿Con qué fin se diseñó la ley de Dios? El autor revela la respuesta.
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